El tiempo y el espacio del taller de lectura plasmado para:



leer de diferentes maneras (por arriba, por abajo, entre líneas, a fondo, participando del texto, recreándolo),



dar cuenta de los procesos culturales en que surgen y son comprendidas o cuestionadas las obras literarias,



pensar (discutiendo, asombrándose, dejándose llevar por lo que los textos nos dicen -pero parece que no dijeran-),



y por sobre todas las cosas, y siempre, disfrutar de la buena literatura.








domingo, 6 de diciembre de 2009

Puigianas

De la literatura de Puig, tan cuestionada y polémica, puede decirse que tiene, por lo menos dos dimensiones:
  • La lógica del doble discurso: en la que elabora una poética de la hipocresía y de la transparencia, con el leit motiv del saqueo de  intimidades, y
  • La invención: una vez que se saquea una intimidad individual y propia, sobre ésa inventa otra, que ya no es personal porque crece entre dos: aparece el tema de la adicción al otro, la heteromanía, donde sus personajes no son curiosos sino una suerte de vampiros parásitos que se nutren del otro.
  Así, según afirma Alan Pauls en Manuel Puig: la Zona Íntima,  "Puig pone en suspenso dos persistentes incompatibilidades conceptuales: la que divorcia y enfrenta lo íntimo con lo público, con el exterior político, y la que enfrenta al ingenuo con el esclarecido, el lúcido, la conciencia heroica. La intimidad es política porque hace posible lo imposible; el ingenuo es la vanguardia porque se deja llevar, se entrega a la experiencia, porque quiere ver qué hay más allá, qué viene después, y porque lo único que se pregunta en su media lengua de ingenuo es: a ver, a ver, ¿por qué no? ¿por qué no?"


Analizaremos:
1. Presentación  del texto como yuxtaposición de discursos que acontecen como texto por la operación del lector.
1.1 cuestiones de género
1.2 sujetos del enunciado
1.3 minimalismo en la estructuración del texto: el diálogo
1.4 pretensión de fidelidad al registro
2  Eliminación de la figura tradicional del narrador
2.1 sujetos del enunciados que poseen discurso pero que no hablan: son hablados
2.2 Enunciación: instancia enunciva que rige.
2.3 Direccionalización del discurso: monologismo.
3 Alegoría de la lectura
3.1 tematización del  procedimiento de lectura
4 Revisión del concepto de dialogismo/ polifonía.

Además veremos cómo la utilización de la parodia y el kitsch lo introducen en los cuestionamientos sobre el Posmodernismo, que ya habíamos comenzado a discutir con Saer, como así  también su personal lectura de  lo político.



domingo, 29 de noviembre de 2009

Saerianas

Y...es difícil dejarlo a Saer. Por eso vamos a trabajar también algo de sus primeros cuentos, "Lo visible", que tiene tanto que ver con su manera de "ver". Les sugiero que lean "El concepto de ficción", en http://www.literatura.org/Saer/jsTexto6.html, ya que allí el mismo autor explica su propia concepción acerca del tema. Veamos un fragmento:

"...La ficción no es, por lo tanto, una reivindicación de lo falso. Aun aquellas ficciones que incorporan lo falso de un modo deliberado ó fuentes falsas, atribuciones falsas, confusión de datos históricos con datos imaginarios, etcétera, lo hacen no para confundir al lector, sino para señalar el carácter doble de la ficción, que mezcla, de un modo inevitable, lo empírico y lo imaginario. Esa mezcla, ostentada sólo en cierto tipo de ficciones hasta convertirse en un aspecto determinante de su organización, como podría ser el caso de algunos cuentos de Borges o de algunas novelas de Thomas Bernhard, está sin embargo presente en mayor o menor medida en toda ficción, de Homero a Beckett. La paradoja propia de la ficción reside en que, si recurre a lo falso, lo hace para aumentar su credibilidad. La masa fangosa de lo empírico y de lo imaginario, que otros tienen la ilusión de fraccionar a piacere en rebanadas de verdad y falsedad, no le deja, al autor de ficciones, más que una posibilidad: sumergirse en ella. De ahí tal vez la frase de Wolfgang Kayser: ìNo basta con sentirse atraído por ese acto; también hay que tener el coraje de llevarlo a cabo.
   Pero la ficción no solicita ser creída en tanto que verdad, sino en tanto que ficción. Ese deseo no es un capricho de artista, sino la condición primera de su existencia, porque sólo siendo aceptada en tanto que tal, se comprenderá que la ficción no es la exposición novelada de tal o cual ideología, sino un tratamiento específico del mundo, inseparable de lo que trata. Este es el punto esencial de todo el problema, y hay que tenerlo siempre presente, si se quiere evitar la confusión de géneros..."


"La masa fangosa de lo empírico y de lo imaginario"..Fantástica definición!!

domingo, 15 de noviembre de 2009

Sabiendo a Saer

Para poder entender la construcción de esa poética tan suya, vamos a manejar los siguientes conceptos: 
·          "Permanencias" y "pertenencias"
·          El intertexto infinito definido por Barthes
·          La tensión en la representación entre el efecto de realismo y la intención de escenificar el acto  de escribir en la escritura misma
·          La autorreferencia
·          La subversión  del canon de lo narrativo, desde la construcción de la novela.
·          Su concepción de la literatura, de la escritura, como un modo de posicionarse en el campo  literario y cultural.
·          Una literatura que se busca en sí misma y no en el contexto, y que por eso ocupa un lugar  “otro”, desde la “zona”.
·          Las marcas recurrentes en su escritura
·          La indiferenciación discursiva, quiebre de lo narrativo cruzado con lo poético.
·          Un núcleo de procedimientos: registro de la percepción, el énfasis descriptivo y el recurso de  la repetición,
·          La mirada y la percepción: la imposibilidad de ver, pero también la necesidad de ver, y de ver   lo mismo de otros modos, lo que se lee como una estrategia de contraposición que releva  la acción de la mirada.
·          Suceder y Representación.

          Que lo disfruten, porque es imperdible.



viernes, 6 de noviembre de 2009

De cronopios, famas y otras yerbas


Los tres conceptos cortazarianos podrían categorizarse así (aunque en absoluto esto es excluyente):
• los cronopios son seres alocados, imprevisibles, desordenados, bellos y vagabundos; les hace daño lo concreto, lo real y lo urgente.
• los famas, cuadriculados, racionales, estables y psicorrígidos. Los famas desesperan a cualquiera, pero aún así Cortázar parece preferirlos a los esperanzas que no marcan la vida (el autor los comprende, pero les presta tan poca importancia que ni siquiera los incluye en el título del libro "Historias de cronopios y de famas").
• los esperanzas son gente del común, de la que no se nota y uno tiende a olvidar haber conocido. Como los personajes de Casa tomada, resignados que no la pelean nunca.

Y en sus cuentos siempre nos cuenta la lucha humana entre la rutina plana y abrumadora (el lado esperanza), la neurosis (el lado fama), y el mundo de los sueños, el juego y la felicidad (el incomparable lado cronopio). En Rayuela, Horacio Oliveira, un fama de aquéllos, intolerable y apenas tolerado por sus amigos, tiene como contraste a La Maga, personaje inolvidable y cronopio de la mejor cepa.
La misma estructura: él-fama, ella-cronopio, se repite en las dos parejas de Todos los fuegos el fuego.
En cambio, las mujeres fama parecen no existir o no notarse mucho.
¿Por qué? ¿Quizás porque no llegó a vivir en el Siglo XXI??

miércoles, 4 de noviembre de 2009

En noviembre, con Julio


Y llegó el tiempo de reencontrarnos con Cortázar. Julio tiene ese no sé qué tan querible, como un viejo conocido de toda la vida...y que en realidad lo es, forma parte de la historia de la mayoría de nosotros por diferentes motivos.
Vamos a hacer una breve selección con algo de sus cronopios (imposible omitirlos), algo de sus fantásticas otredades, y algo de sus cuentos con esa perspectiva de la voz infantil que nos descubre el mundo. Lo fantástico, en palabras de Todorov, uno de los grandes teóricos de la Literatura fantástica, ocurre cuando "en un mundo que es el nuestro, el que conocemos, sin diablos, sílfides, ni vampiros, se produce un acontecimiento imposible de explicar por las leyes de ese mismo mundo familiar".
Entonces pues, vamos a instalarnos en el territorio de "lo otro", en la búsqueda de una realidad paralela a la que vivimos, que también puede ser vivida como el reconocimiento de una parte de nosotros mismos, ya veremos por qué...
Y están las técnicas recurrentes en la obra cortazariana, donde el elemento fantástico no choca con la lógica sino que más bien interactúa con ella en
cuentos que claman por la ambigüedad y rechazan a los gritos una lectura cerrada.

domingo, 25 de octubre de 2009

Y en estos días, en Borges hablamos de Borges...

Nos volvimos a encontrar con Borges, y después de "El jardín de los senderos que se bifurcan", donde vimos cómo aborda uno de sus temas recurrentes, el tiempo, y de qué manera con su fascinante imaginación logra adelantarse a la resolución de una compleja paradoja de la física cuántica, nos fuimos hasta "El muerto".
El destino y su contracara, el azar, que hacen confundir a un Otálora, -con apenas su infatuación del coraje- quien cree poder burlar y burlarse, hasta que se da cuenta de que había sido condenado a muerte casi desde el principio, porque ya lo daban por muerto, como una burla siniestra a su propia vanidad.
Y, como procedimientos narrativos, la deliberada falta de profundización en el personaje porque es más el vehículo de un concepto, la brevedad tan racional, y la presencia de sus símbolos recurrentes, que están siempre ahí, en la superficie del entramado textual.
Lo próximo que veremos: lo apócrifo en autores y universos.

sábado, 17 de octubre de 2009

A propósito de lo absurdo

Cuando leimos en el taller el cuento del japonés Kawabata, "El palacio de las bellas durmientes", surgió el paralelo con "Las Hortensias" de Felisberto Hernandez, y relacionábamos el tema de la mujer dormida- como si no tuviera vida-, que Kawabata asume de una manera sumamente estetizada pero, con Felisberto, se produce una especie de angustia porque habla del tema del ser artificial que cobra vida, hasta usurpar la identidad de quien la creó.
Leer a Hernández, como ocurre con Franz Kafka y tantos otros autores, produce una profunda "sensación de lo absurdo" que ya Freud, en un ensayo titulado "The Uncanny" (Lo extraño) abordó, encontrando las raíces de esa sensación en un temor a la muerte, a la castración, o a "algo que debería de haber permanecido oculto, pero que ha salido a la luz". El efecto ominoso de aquello que resulta extraño y desconcierta tiene lugar cuando los límites entre fantasía y realidad se hacen difusos, cuando algo que era entendido en términos imaginarios se manifiesta como real.
Hoy, en la selección semanal ofrecida por el diario Clarín de The New York Times, hay un artículo de Benedict Carey, en el cual se comenta un estudio donde se sugiere que, paradójicamente, esa misma sensación puede preparar al cerebro para percibir patrones que, de lo contrario, pasaría por alto. Un investigador de la Universidad de California, Travis Proulx, apunta que "estamos tan motivados a deshacernos de esa sensación, que buscamos significado y coherencia en otras partes. Necesitamos encontrar significado y coherencia porque el cerebro evolucionó para predecir, y lo hace al identificar patrones. Cuando esas predisposiciones personales arraigadas se derrumban, por ejemplo, ante un acontecimiento absurdo, más allá de toda lógica y expectativa, -como ocurre ante esos textos-, el cerebro busca algo, cualquier cosa que tenga sentido, y ese impulso por encontrar un patrón coherente hace que sea más probable encontrarlo". Se comprobó que después de leer un relato kafkiano, apremiante y disparatado, un grupo de estudiantes estaba más motivado a buscar nuevos patrones en una secuencia compleja y sutil de 45 series de 6 a 9 letras, siendo mucho más precisos que otro grupo de estudiantes que previamete había leido un cuento diferente, uno coherente. "El hecho de que fueran más precisos significa que están formando patrones nuevos que no serían capaces de formar de otra manera"
Absurdo: lo contrario y opuesto a la razón; lo que no tiene sentido, según la RAE.
Una nueva razón para darle cabida a esos relatos que nos dejan con una extraña sensación, porque intuimos desde algún arcaico lugar que en esa contradicción hay algo verdadero, y nos incita a buscarle sentidos.

viernes, 2 de octubre de 2009

Taller de lectura -y análisis de textos-


¿Por qué un taller, y de lectura?
Porque es adonde me gustaría ir para hablar de literatura, para instaurar un leer juntos que implique un aprender a leer, o un leer de otras maneras... y entre varios siempre es más rico, porque cada uno aporta desde la experiencia personal, desde sus propias vivencias, desde lo que le hace ver -y no ver- cada lectura, y no hace falta traer herramientas, porque las vamos fabricando entre todos.
Desde ahí vamos explorando las distintas posibilidades, los cómo lo dice cada autor, y qué nos hace sentir o pensar, pero también, casi siempre, todo lo que no está diciendo pero se cuela por los increíbles intersticios que tienen los buenos libros.
Solemos tener grupos heterogéneos, con gente de diferentes actividades y profesiones, que no necesariamente saben específicamente de literatura pero les encanta. Y entre todos vamos creando un ambiente distendido y especial, a tal punto que, después de unos años de dar estos talleres, comprobé que se transformó en un verdadero cronotopo, según la categoría bajtiniana: un tiempo y un espacio particular, con sus propias coordenadas, sus recovecos, pero sobre todo, un lugar y un día que a todos nos gusta.