El tiempo y el espacio del taller de lectura plasmado para:



leer de diferentes maneras (por arriba, por abajo, entre líneas, a fondo, participando del texto, recreándolo),



dar cuenta de los procesos culturales en que surgen y son comprendidas o cuestionadas las obras literarias,



pensar (discutiendo, asombrándose, dejándose llevar por lo que los textos nos dicen -pero parece que no dijeran-),



y por sobre todas las cosas, y siempre, disfrutar de la buena literatura.








jueves, 22 de julio de 2010

La vida como obra de arte, según Vila-Matas.

Comenzamos leyendo Niño, donde padre e hijo, (éste un falso explorador del abismo) mantienen un particular diálogo sobre la responsabilidad del engendramiento, y es una reflexión dura sobre las relaciones de padres e hijos, que son ya un clásico en la narrativa de Vila-Matas. Como también lo son las obsesiones sobre el aislamiento y la soledad. Sin embargo, varias de las piezas narrativas actúan como recuento de invenciones a la vez que de nuevas intenciones. El cuento Porque ella no lo pidió narra el proyecto no materializado junto a Sophie Calle de aunar literatura y vida, de trasladar a la realidad una historia puesta por escrito, auténtica obsesión de Vila-Matas.
Muestra aquí su capacidad para percibir las conexiones fortuitas con las realidad.  Lo racional y lo absurdo. Afirma que él quiere ser una obra de arte, ya que siente la necesidad constante de querer ser otro. Sus procedimientos literarios están llenos de hallazgos, lecturas, referencias sobre el acto de escribir y sobre todo del relieve de una voz que cuenta lo que ocurre cuando aparentemente no pasa nada. En su narrativa caben la narración, el ensayo, la reflexión, el recuento de lo cotidiano. Cabe incluso inventar su propia vida y presentar una distinta. Carece de trama, a veces, ya que lo que hace, sea ficción, ensayo o diario, viene a ser un poco el mismo género: el género personal.
Y dice que provoca porque está hablando de "una provincia llamada España donde hay una crítica literaria muy especial que no se da en ninguna parte, ni en Latinoamérica ni en Europa. Les gusta un tipo de literatura anclada entre el realismo dramático y serio; por lo tanto, ya sabemos siempre quién gana el Premio de la Crítica y todo esto. Desde que empecé a escribir siempre están los mismos, por lo tanto yo ya no escribo para España".
Finalmente,  respecto de su estilo, afirma: "Lo que yo hago no viene de mí, viene de Tristam Shandy, que a su vez viene de Cervantes. No estamos inventando nada. Lo que sí practico es la mezcla de ficción y ensayo pero se está poniendo de moda y al final todo el mundo lo hará. Como dice la famosa frase de Pessoa, el poeta es un fingidor y finge incluso lo que siente aunque lo sienta de verdad".