El tiempo y el espacio del taller de lectura plasmado para:



leer de diferentes maneras (por arriba, por abajo, entre líneas, a fondo, participando del texto, recreándolo),



dar cuenta de los procesos culturales en que surgen y son comprendidas o cuestionadas las obras literarias,



pensar (discutiendo, asombrándose, dejándose llevar por lo que los textos nos dicen -pero parece que no dijeran-),



y por sobre todas las cosas, y siempre, disfrutar de la buena literatura.








jueves, 29 de noviembre de 2012

Naipaul: la mirada y la voz del Amo




L
as raíces de la literatura poscolonial, -tema que hemos estado trabajando en el taller-, se han nutrido del enfrentamiento entre dos culturas, una hegemónica y  otra nativa.



Ilustración extraída de Lecturalia

Autores como el escritor nigeriano Chinua Achebe nos mostraban la importancia del punto de vista en esa frase categórica: “También el león debe tener quien cuente su historia. No sólo el cazador”. Wole Soyinka, Doris Lessing, y tantos otros se han enfocado en esa interrelación entre grupos siempre antagónica, donde la peor parte la sufrían siempre los mismos, los nativos sistemáticamente explotados y marginados.

Lo que empezaremos a trabajar se aproxima a esta realidad, pero desde un ángulo completamente contrario: la narrativa del caribeño Naipaul, premio Nobel de 2001.

Tiene un modo preciso y eficaz de escribir, sin efectos ni concesiones, nadie lo duda. Una prosa impecable.

Pero además, lo  específico en este autor viene de su identidad y su tema: el tercer mundo pos-colonial, su historia, sus utopías.  Sin embargo Naipaul los describe con una mirada ácida hacia los suyos; viniendo de una familia de inmigrantes hindúes en Trinidad, ex-colonia inglesa del Caribe; un hijo del tercer mundo que pudo estudiar en Oxford, pero donde llegó a lamentar el tono demasiado plebeyo que había tomado aquella universidad inundada por becarios. No quiere identificarse con lo hindú, tampoco con Trinidad, y con Inglaterra también  la relación es compleja. Nos recuerda a Coetzee, que de Sudáfrica partió a Inglaterra para conocer su propio desarraigo.

Si algunos otros escritores africanos, o caribeños, o asiáticos, saltaron a la fama como voces de los países de los que surgían, Naipaul lo hizo con una ambivalente distancia. Es provocador, pero nunca intrascendente, de una lucidez  cortante y controvertida, pero honesto, probablemente, con el dolor y la soledad de no ser de ninguna parte.


S
  ir Vidiadhar Surajprasad Naipaul

Nació en Chaguanas, Isla Trinidad, en 1932. Británico,  de origen trinitense-hindú.

Hijo de inmigrantes del norte de la India, sus abuelos habían huido de India para trabajar en una plantación de azúcar, y al llegar a Trinidad se integraron a la pequeña comunidad de brahmanes, la casta de más alta jerarquía en el hinduismo, de la isla Trinidad y Tobago.

 Su padre, Seepersad Naipaul, de ambiciones literarias,  consiguió trabajo como periodista en Puerto España, capital de Trinidad,  lo que le permitió a Vidia trasladarse al cumplir 18 años al Reino Unido, a estudiar en la Universidad de Oxford, donde se licenció en Arte en 1953. Desde entonces vive en Inglaterra, concretamente en la localidad de Wiltshire, pero ha pasado largas temporadas de su vida viajando por Asia, África y América. Se considera a sí mismo un escritor cosmopolita, sin raíces, ya que:
·         le molesta la pobreza cultural de Trinidad,
·         se siente extranjero en la India,
·         y en Inglaterra, para lograr la ansiada pertenencia a un lugar, no le queda más que cuestionarse  quién es, o mejor dicho: qué es. En una carta a su hermana, comenta a propósito de una fotografía suya que tuvo que enviar para su ingreso en Oxford: "Contemplé al asiático de la imagen y pensé que un indio de la India no podía parecer más indio que yo...” La respuesta al interrogante "¿Quién soy yo?", motivo recurrente en literatura, se trasforma en un resbaladizo "¿Qué soy yo?".



E
  l  complejo panorama de Trinidad



Desde que en 1498 Colón llega a la "Tierra de la Santísima Trinidad", en pleno Caribe, este conjunto de  islas fueron a partir de entonces disputadas por españoles, ingleses, neerlandeses y franceses hasta terminar perteneciendo al Reino Unido en el S.XIX.

La población indígena prácticamente había desaparecido al ser sustituida por la población negra introducida desde África, a la fuerza, como mano de obra esclavizada para las plantaciones de caña de azúcar y tabaco; pero  a medida que resultaba menos económica la esclavitud para los europeos se fomentó la inmigración de culíes (o coolies) desde India y China, Líbano, Siria así como desde otras Antillas, quienes trabajaban como mano de obra barata o en el sector servicios.

Después de la 2º guerra mundial, en 1958 se formó la llamada Federación de las Antillas Británicas, hasta que en 1962 se declaró la independencia. Pero durante todo ese periodo hubo graves conflictos étnicos principalmente entre los descendientes de africanos y los descendientes de hindúes. En  1990 la Jamaat al Muslimeen, organización de afrotrinitenses convertidos al Islam, intentó un golpe de estado, pero fue sofocado. El inglés es lengua oficial del país, pero algunos indotrinitobaguenses hablan hindi, que se usa ampliamente en la música popular. El idioma más hablado, el inglés de Trinidad, se clasifica como dialecto del inglés o como criollo inglés (criollo trinitense del inglés). 


H
   uyendo del espíritu provinciano...



Naipaul ha dedicado parte de su vida a viajar, la mejor manera, según sus propias palabras, de tener información para sus escritos y de huir del espíritu provinciano en el que nació y creció. Ha elegido casi siempre países que han sufrido guerras en las últimas décadas y así ha escrito sobre Granada, Zaire, Pakistán, India, Irán, Venezuela y Argentina. Cuando estuvo en nuestro país no tuvo reparos en asumir su postura a favor del Reino Unido durante el conflicto con las Malvinas.

Ha sido también muy crítico con la religión musulmana en su obra "Entre los creyentes", pero polémicas al margen, tiene una sólida y extensa carrera literaria que arrancó en 1961 con "Una casa para Mr.Biswas", novela en la que el protagonista es un retrato de su padre y que le dio el reconocimiento mundial. 

En "El enigma de la llegada"(1978), considerada su obra maestra, Naipaul describe la realidad inglesa desde un punto de vista hegemónico. Es la historia de un joven hindú nacido en Trinidad que llega al encuentro de una tierra ajena pero propia.  Luego de la publicación de esta novela Naipaul fue hecho caballero del Imperio Británico.





L
 as lecturas críticas sobre Naipaul.



Dice de él Alberto Manguel:

La mezquindad de Naipaul parece nacer de un temprano esnobismo, cuando sus abuelos llegaron a Trinidad de la India y enseñaron a sus hijos a sentirse superiores a sus vecinos, pobres inmigrantes como ellos. Si bien los Naipaul no eran brahmanes (miembros de la casta superior), la familia, sobre todo la poderosa matriarca Soogee, se comportaba como si lo fuesen. Naipaul prefirió apuntarse al 'sentido de casta' de la familia de su madre y relegar la de su padre a orígenes míticamente confusos.
La cultura inglesa que el padre (frustrado escritor) admiraba se convirtió en modelo de civilización para Naipaul niño. Su padre le leía páginas de Somerset Maugham, de Dickens y de Conrad; de ellas, Naipaul extrajo una visión despectiva de su patria caribe pintada por los aristocráticos blancos como tierra de "inevitables negros" según el novelista Alec Waugh. "Uno aprendía esas cuestiones a temprana edad", confesó Naipaul más tarde. "La intención (de mi padre) era presentarme la idea romántica del mundo exterior, así como la idea romántica de la escritura". Cuando en 1950, poco antes de cumplir los dieciocho años, Naipaul logró partir hacia su amada Inglaterra, se imaginó a sí mismo no como el ambicioso hijo de pobres inmigrantes indios al Caribe, sino como un puro representante de la estirpe británica, gracias a la reciente Acta de Nacionalidad Británica que permitía a todo ciudadano del ex imperio residir en Gran Bretaña. "¿Usted nació en Trinidad?", le preguntó un periodista en 1983. "Nací allí, sí", contestó Naipaul, "pero creo que fue un gran error". "Haz constar que soy un graduado de Oxford", le dijo a French (su biógrafo) al aceptar la colaboración, "no un negro que ha ido a Londres a hacer el gilipollas".

La crítica se ha dividido entre
·         aquellos que alaban la calidad de su prosa (Harold Bloom incluye A Bend in the River en su celebrado canon)
·         y aquellos quienes (de Edward Said en adelante) le han echado en cara que ennoblezca la cultura occidental al nivel de defender el colonialismo que ha implicado.

 Edward Said, el crítico y teórico  literario de origen palestino-estadounidense, (autor de Orientalismo,-1978-), denuncia los sutiles prejuicios eurocéntricos contra los pueblos árabes y su cultura, y lo argumenta  a través de la larga tradición de imágenes falsas y romantizadas de Asia y Medio Oriente en la cultura occidental, que sirvieron de justificación implícita a las ambiciones coloniales de Europa y EEUU.
Respecto de Naipaul, Said  observa que  "si el occidente lo ha ensalzado es porque ha encontrado en él un testigo de cargo contra sus propios hermanos". Una crítica que denota lo siguiente: la tarea de un intelectual no se desarrolla como una investigación sobre lo que ocurre, sino como un juicio con testigos, fiscales y abogados, donde se espera un veredicto. Los críticos de Naipaul no suelen decir que lo que describe sea falso: más bien, que se encarniza fríamente con lo peor, y que desconsidera, o bien no da la importancia debida, a la herencia maldita del colonialismo.
Que le concediesen el Nobel en 2001, pocos días después del atentado de las Torres Gemelas, pareció a muchos una coincidencia muy infeliz- si es que era coincidencia-.

Varios de sus libros de viajes son retratos muy poco complacientes del Islam, muy en particular de lo que él considera un fracaso hecho país que es Pakistán, creado por y para el Islam. Said, concretamente, lo acusa de estar dominado por el ánimo carroñero de exponer las lacras del tercer mundo y contentar a fuerza de tópicos complacientes a su público “blanco”.

Para Said, Naipaul está expiando la factura emocional de haber nacido indio en una remota colonia británica, y le acusa de no haber sabido transformar la ira y la impotencia de su juventud en una energía más beneficiosa.


S
      u visión xenofóbica del mundo: la inversión de las categorías de opresor/oprimido.



Naipaul se ha construido fama de provocador y, al igual que otros intelectuales acusados de racismo y conservadurismo excesivo, por momentos parecería estar más interesado en deslumbrar a sus colegas que en convencer acerca de alguna idea.

Pero, por ejemplo, en La máscara de África afirma que uno de los problemas de Sudáfrica tiene que ver con la decisión errónea de abrirles la frontera a ciudadanos de Mozambique, Somalia, el Congo y Zimbabue... Analiza los males de Sudáfrica contemporánea  hasta presentar un ángulo casi nostálgico de los años de segregación: Sudáfrica se liberó de la segregación, pero dista mucho de ser ideal. Sostiene que los problemas sociales van más allá del apartheid, lo cual puede ser en parte lúcido de advertir, pero al atribuirle connotaciones de  civilización y barbarie a la lucha antiapartheid (los blancos construyen edificios; los negros descuartizan cuerpos animales), el narrador complica su razonamiento.


 En su  libro sobre la India aparecen expatriados, guerrilleros, refugiados, políticos, benefactores occidentales, misioneros, todos bañados en una atmósfera de utopismo cínico, resentimiento, ambición, hipocresía involuntaria, inocencia, calles polvorientas, crueldad, deseo, ruido...

Sus libros de viajes en particular están compuestos por entrevistas con empresarios, escritores, maestros de escuela, sacerdotes, funcionarios públicos, militantes, comerciantes, guías; descripciones de cómo y dónde viven, del lugar donde conceden su entrevista (sus casas, muchas veces), historias de su clase o su movimiento.

Algunas de sus obras de ficción:
El Curandero Místico (1957)
The Suffrage of Elvira (1958)
Miguel Street (1959)
Una Casa para Mr. Biswas (1961)
Mr. Stone and the Knights Companion (1963)
A Flag on the Island (1967)
Los simuladores (1967)
In a Free State (1971)
Guerrillas (1975)
Un recodo en el río (1979)
Finding the Centre (1984)
El Enigma de la Llegada (1987)
Un Camino en el Mundo (1994)
Media Vida (2001)
Semillas Mágicas (2004)





Trabajaremos el cuento Herencia: 

La perplejidad del escritor inmerso en una cultura diferente, que pareció exigirle ser inglés si quería triunfar en la literatura, se va resolviendo a través de la búsqueda de la propia identidad. Al final ya no hay centro: se es de aquí y de allá, se está dentro y se está afuera, y sobre todo, el yo es también el otro. El cuento va creando esa atmósfera que envuelve cada sentido, y termina con esta frase que sintetiza el desarraigo: No somos capaces de comprender todos los rasgos que hemos heredado; y a veces podemos ser unos extraños para nosotros mismos.


Fuentes consultadas: 
Letras libres
Lecturalia