¿Existe la literatura latinoamericana? El escritor mexicano Jorge
Volpi ha dicho que “existe una
literatura global y que entre sus
filas se cuentan latinoamericanos –o un latinoamericano: Bolaño–, pero que ya
no queda nada similar a lo que se percibía durante los sesenta y setenta del
siglo pasado porque el mercado sancionado por los grandes grupos editoriales
españoles impide la comunicación entre las literaturas nacionales” (Revista de la Universidad de México, 31).
Actualmente se piensa que lo que sucede es que ya no tiene
los marcadores ideológicos que la hacían parecer clara y distinta. Entre los escritores
de México, Ecuador, Brasil, Chile, Perú o Argentina no hay una unidad poética que
permita hablar en todos y en cada uno de los casos de lo mismo.
Pero lo que posiblemente hay son nexos, tonos y temáticas en
común, fundamentalmente de regiones dentro del territorio latinoamericano. Ése
será el aspecto que trabajaremos.
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"Personas". Collage de la artista Anna Ostoya. |
Llamadas telefónicas: El collage intertextual y el efecto de
totalidad.
Roberto Bolaño no espera crear una lectura fácil. Por un
lado, tiende hacia la totalidad y por el otro, obliga al lector a participar en
los juegos estructurales que operan en sus textos. Si bien cada texto es una
entidad autónoma, la posibilidad de descifrar los enigmas pone en evidencia una
modalidad de la intertextualidad. El autor, en numerosas entrevistas, ha
confirmado que todas sus obras forman una totalidad y que mantienen un diálogo:
“concibo [...] la totalidad de mi obra en prosa e incluso alguna parte de mi
poesía como un todo. Un todo no sólo estilístico, sino también un todo
argumental: los personajes están dialogando continuamente entre ellos y están
apareciendo y desapareciendo."
Por eso vamos a relacionar los relatos “Clara” y
“Llamadas telefónicas” de la colección de cuentos Llamadas telefónicas (1997), con
su novela Los detectives salvajes
(1998), siguiendo el análisis de Sonia Stainfeld (Relaciones intertextuales en la obra de Roberto Bolaño: Huellas dejadas
por la Andaluza).
En la novela Los
detectives salvajes, el protagonista Arturo Belano -alter ego o sustituto
autorial de Bolaño-, en uno de los últimos sucesos narrados, viaja a África como consecuencia de la
decepción provocada por el final de su relación con "la andaluza": Y él
me dijo: teníamos que separarnos, nos estábamos devorando.
"Clara" es un cuento incluido en Llamadas telefónicas. Este relato es más
extenso que el episodio de LDS y, por lo tanto, ofrece más información.
Esta información, a su vez, permite llenar los blancos de
la historia narrada en LDS, que surgió mediante un proceso de reducción y
elipsis. Contiene escenas omitidas en la narración de LDS y por ser más extenso
que ella, funciona como posible recurso de información compensatoria y completa
los blancos.
Zonas temáticas
comunes:
1. Enamoramiento de Arturo Belano/el narrador/B
2. Estado psíquico inestable de la andaluza/Clara/X
3. Procedencia geográfica de la andaluza/Clara/X y zona
en que habita Belano/el
narrador/B
4. Función del teléfono y otros medios de comunicación
5. Desplazamientos de Arturo Belano/el narrador/B hacia
el lugar en que habita la
andaluza/Clara/X
6. Fracaso de la relación entre Arturo Belano/el
narrador/B y la andaluza/ Clara/X
7. "Salvación" y el desenlace trágico de los
textos
La estructura
argumental que es el esqueleto de los tres textos, es la siguiente:
1. Comienzo de la relación entre Arturo/B/narrador y la
andaluza/X/Clara
2. Ruptura de la relación
3. Lapso de años
4. Reencuentro
En el cuento “Llamadas telefónicas”, aunque las zonas
temáticas y la trama lo relacionan con "Clara" y el episodio de la
andaluza en LDS, se muestran rasgos estructurales
que difieren de estos dos textos. Primero, el narrador es heterodiegético, es decir, cuenta la historia desde fuera
del mundo del relato, lo que constituye un procedimiento estructural
diferente respecto de los narradores en
los otros dos textos.
Otra diferencia es el
elemento detectivesco introducido en el cuento, resolviendo B en el final las
circunstancias del asesinato de X.
Asimismo, a diferencia de los dos textos analizados
previamente, en los cuales Clara/la andaluza rompe la relación por medio de una
carta, en este cuento, X rompe
con B "por teléfono".
Los medios de comunicación, especialmente el teléfono, no
son solamente un canal comunicativo. La obsesión por estos medios ya muestra
que ellos cumplen un rol significativo en la trama, enfatizan la necesidad del
narrador de tener contacto con Clara. Además, aquella obsesión por el teléfono
tiene una función irónica: aunque el narrador llama a Clara frecuentemente, su
comunicación está destinada al fracaso.
Lo irónico en este relato es, como en el anterior, que
las llamadas telefónicas no cumplen su función. Esto se ve en el desenlace
trágico del cuento: X es posiblemente
asesinada por el fracaso (malentendido)
de la comunicación telefónica: según B, X creyó que B era la persona de
las llamadas anónimas. Tras el pensamiento y recreación del crimen, B descifra
el misterio del asesinato antes que la policía. En este punto valdría señalar
la relación entre el fin trágico y el fracaso de la comunicación, entretejida
con decepciones y desesperanzas.
"Salvación"
y el desenlace trágico de los textos.
Aparece en los tres textos el término
"salvación". La salvación tiene importancia en relación con el desenlace
de los cuentos y con el efecto que en LDS provoca el episodio de la andaluza:
En LDS, la salvación de un personaje se da en un ámbito
onírico: “Pero en el último
instante da un salto y se salva”.
En “Llamadas telefónicas”, B “intenta convencerse de que
puede vivir sin X, de que
puede salvarse solo”.
En “Clara”, el narrador se refiere a “Una Clara que jamás
me podría salvar.”
Entonces, los vínculos intertextuales enriquecen la
lectura y exigen del lector acomodarse a la complejidad de la ironía
intertextual, con un juego de significados y referentes, que reclaman del
lector la activación máxima del código cultural. Los lectores son así estimulados
a asumir el papel de detectives no solamente para descubrir algún detalle que pertenece
al nivel de la trama, sino también para
apreciar cómo los detalles se compensan
y, así, participar en la construcción de la totalidad de la obra.
Bolaño relata más por lo que oculta que por lo que devela.
Tras esta técnica del ocultamiento, se disimulan los verdaderos temas de la
obra.
El acto mismo de
narrar se manifiesta como un work in
progress constante sobre el material
narrado: La
voz narrativa entabla un diálogo constante con el lector, de manera
solapada pero en un continuum a través de la obra.
Zambra: Bonsái
La historia de Bonsái es la historia
larga de un libro corto. Nos dice el mismo Zambra:
Escribir es como
cuidar un bonsái, pensé entonces, pienso ahora: escribir es podar el ramaje
hasta hacer visible una forma que ya estaba allí, agazapada; escribir es
alambrar el lenguaje para que las palabras digan, por una vez, lo que queremos
decir; escribir es leer un texto no escrito, tal como observa Marcelo
Pellegrini en un poema que en ese tiempo constituía, para mí, una inquietante
música de fondo: “Para leer lo que quiero leer/ Tendría que escribirlo/ Pero no
sé escribirlo/ Nadie sabe escribirlo”.
Aunque escritas en tercera persona y claramente obras de
ficción, sus novelas son autorreferenciales: cuentan un tramo en la vida de escritores que están trabajando en un
libro que no es el que sigue el lector.
En Formas de volver
a casa, Zambra refleja la experiencia de toda una generación de chilenos
que se sienten desplazados de su propia historia porque vivieron la dictadura
pero no tuvieron ocasión de luchar contra ella, y que no pueden construir un
presente para ellos sin despejar las cuestiones pendientes con un pasado que ejerce una
influencia enorme en su realidad, pero sobre el que no tienen mayor poder que
el de la memoria. Por su planteamiento aborda el drama del pinochetismo desde
una perspectiva inusual: la de los hijos,
la de los que en esos años eran chicos que apenas podían intuir lo que estaba
ocurriendo en su país. De este malestar surge lo que Zambra ha denominado literatura de los hijos, y que no es
otra cosa que el intento de esta generación de tener voz propia, de
sobreponerse a las versiones oficiales de uno y otro lado y componer un relato
que les reivindique como protagonistas de su presente. Y también que les haga
partícipes de ese pasado.
Fuente: Letras
libres, 2007.
Bisama y su Chica Nazi: "Estos tiempos son un
desastre. Pero son nuestros.”
Álvaro Bisama (1975),
es un escritor, crítico literario y profesor chileno. Bisama ha
sido considerado originalmente como parte de un movimiento renovador de las
letras chilenas denominado Freak Power. En este contexto la crítica tenía una
postura dividida respecto del valor de su obra. Por un lado, algunos críticos
literarios juzgaban muy duramente el tratamiento de la cultura pop en la
literatura bisamiana, mientras que la crítica más cercana a la estética de la
ciencia ficción o la literatura especulativa valoraba positivamente sus textos.
Con la publicación de Estrellas
muertas se produjo un vuelco en esta tensión, generándose un consenso
generalizado sobre la calidad de esta última obra, así como el reconocimiento
institucional de la misma, al hacerse merecedora de importantes premios como el
Municipal de Literatura de Santiago y el de la Academia Chilena de la Lengua.
De él dice Álvaro Matus:
Para Álvaro Bisama
la literatura es un cajón abierto, repleto de herramientas y cachureos, al que
el novelista y el lector pueden acceder de diversas maneras. Por lo mismo, le
gustan las obras multiformes, ésas donde la ficción pura y dura se ensucia con
la crónica, la escritura de tono enciclopédico, la estética del cómic, los
géneros periodísticos y cuanta referencia pop esté a su alcance. Bisama no le
tiene miedo a la contaminación, a la suciedad, a la mugre.
En la contratapa de Death
Metal, se nos dice: “Álvaro
Bisama captura una amplia radiografía inverosímil por su capacidad de
compenetrarse en el interior de personajes disímiles, complejos y primitivos.
Cada esfuerzo por plasmar detalles, sensaciones, momentos, repercute en la necesidad por olvidar el futuro,
desentonar el pasado y solo decir sí, estos tiempos son un desastre. Pero son
nuestros.”