
Los tres conceptos cortazarianos podrían categorizarse así (aunque en absoluto esto es excluyente):
• los cronopios son seres alocados, imprevisibles, desordenados, bellos y vagabundos; les hace daño lo concreto, lo real y lo urgente.
• los famas, cuadriculados, racionales, estables y psicorrígidos. Los famas desesperan a cualquiera, pero aún así Cortázar parece preferirlos a los esperanzas que no marcan la vida (el autor los comprende, pero les presta tan poca importancia que ni siquiera los incluye en el título del libro "Historias de cronopios y de famas").
• los esperanzas son gente del común, de la que no se nota y uno tiende a olvidar haber conocido. Como los personajes de Casa tomada, resignados que no la pelean nunca.
Y en sus cuentos siempre nos cuenta la lucha humana entre la rutina plana y abrumadora (el lado esperanza), la neurosis (el lado fama), y el mundo de los sueños, el juego y la felicidad (el incomparable lado cronopio). En Rayuela, Horacio Oliveira, un fama de aquéllos, intolerable y apenas tolerado por sus amigos, tiene como contraste a La Maga, personaje inolvidable y cronopio de la mejor cepa.
La misma estructura: él-fama, ella-cronopio, se repite en las dos parejas de Todos los fuegos el fuego.
En cambio, las mujeres fama parecen no existir o no notarse mucho.
¿Por qué? ¿Quizás porque no llegó a vivir en el Siglo XXI??