El tiempo y el espacio del taller de lectura plasmado para:



leer de diferentes maneras (por arriba, por abajo, entre líneas, a fondo, participando del texto, recreándolo),



dar cuenta de los procesos culturales en que surgen y son comprendidas o cuestionadas las obras literarias,



pensar (discutiendo, asombrándose, dejándose llevar por lo que los textos nos dicen -pero parece que no dijeran-),



y por sobre todas las cosas, y siempre, disfrutar de la buena literatura.








jueves, 1 de marzo de 2012

Taller de principiantes: “la” experiencia con Raymond Carver y sus “Tres rosas amarillas".


Para contarles con fidelidad la dinámica real que se da en nuestro taller, veamos la siguiente experiencia.

Fue durante la segunda y última semana del taller para principiantes, después de haber trabajado textos con cierta complejidad, con la idea de entrenarse un poco para el trabajo con los grupos más grandes, que ya tienen cierta experiencia en el trabajo del taller.

Habíamos leído ya otro cuento de Carver, y hablado de características generales de su escritura, de la admiración de este autor por Chejov, de sus comentados problemas  con su editor, en fin, todas consideraciones generales. Pero como nos faltó tiempo para leer “Tres rosas amarillas”, quedamos en que leerían solos ese material, y compartiríamos por mails las impresiones. Como única consigna, les pedí que se fijaran especialmente en un detalle: el corcho de la botella de champagne. Y que desde ahí, trataran de encontrarle distintos sentidos al cuento.
  
A continuación transcribo parte de lo que nos enviamos:

Mariela  arrancó diciendo:
Acá va mi comentario sobre el cuento.
Me pareció muy hermosa la forma en que imagina los últimos momentos de vida de Chéjov. Es maravilloso cómo, a pesar de su “minimalismo” uno puede imaginarse exactamente el lugar, cómo transcurren los hechos y los sentimientos de cada uno de los personajes.
La idea de que el final de su vida sea a modo de brindis, sin brindar porque no dejaba de ser una triste situación, pero sí que Chéjov tuviera la oportunidad de tener un último momento de placer. Pues él hasta allí había insistido que estaba mejorando. Y de qué modo, sin proponérselo, estuvieron de acuerdo el doctor y su esposa. Se entendieron en un simple gesto.
La forma en que la situación que los rodea sigue su curso, cuando el camarero, ajeno a todo lo que estaba sucediendo trataba de  comprender el encargo de la esposa y cómo, a pesar de todo, él debía cumplir con su tarea de anunciar el desayuno y dejar en orden la habitación, obsesionado por el corcho tirado en el piso y en el que no podía dejar de pensar hasta que lo levantó. La rigidez de su entrenamiento, no le permitió conmoverse ante  la certeza de la muerte de su huésped.
…Qué cosa que lo que la crítica pudo haber llamado "minimalista" como peyorativo, en realidad ese estilo tan concreto es lo más grande de Carver. Hay que poder saber decir tanto con tan pocas palabras! Es admirable su estilo... da para tanto... Cada parte del cuento remite a muchos sentimientos que son vigentes en cualquier época. Y qué impresionante que Carver haya sufrido la misma enfermedad!
Me gustó mucho esta historia…!!!

Siguió enseguida Carolina:

Hola, terminé el cuento recién, me encantó también, resulta muy conmovedora la descripción de las últimas horas de Chejov.
Con respecto al corcho no sé muy bien qué interpretar. La primera referencia que se hace cuando el doctor tapa el champagne mecánicamente me hizo pensar en la resistencia que por ahí tenemos a morir, querer conservar algo para que no desparezca o una esperanza de volver a celebrar (no sé si todo ésto que pienso es muy rebuscado)
La segunda referencia es que cuando se quedan solos Olga y Chejov el corcho salta solo representando el último momento compartido entre ellos.
Y la tercera cuando el mozo levanta el corcho podría significar la trascendencia de una obra de arte, el corcho pasa a otras manos (acá creo que me fui al cuerno, no?, ajjaja)
Lo que pregunto también es si las tres rosas amarillas significan algo...


En el medio hubo algunas  aclaraciones que consideramos pertinentes, sobre  el título original (“Errand”) que gira desde la idea del encargo hasta terminar en sucesivas traducciones con las famosas tres rosas, además  de  cómo Carver no juzga a sus personajes, son personas comunes a quienes solo nos  los va mostrando, no los “cuenta” en un sentido clásico, pero tiene una contundencia muy real, casi visual. Cómo Carver arma el relato a partir de una trivialización, como minimizando el tema de la muerte, pero haciéndolo sentir con más fuerza justamente por esa omisión. O sea, no lo dice explícitamente, pero por eso lo enfatiza aún más.

Lo notable es que se dieron cuenta de que Carver queda homenajeando a Chejov en los sentimientos de los personajes y en los detalles, hasta el punto de que el corcho de la botella  o el jarrón con tres rosas amarillas se convierten en ideas predominantes y sumamente  elocuentes, y muy visuales. Es decir, pudieron observar que el "cómo" del cuento es el verdadero homenaje al estilo de escritura de Chejov.


Reflexiones sobre esta experiencia.

Las distintas evocaciones que nos hace surgir un cuento, nos remiten a varias cosas. 
En primer lugar, un texto no es un enigma que el lector crítico "interpreta" desde el vacío: todo está ahí, en la propia escritura, a disposición de cualquiera que lea con cuidado. El lector real, luego, lo ve o no, ambas son  opciones perfectamente aceptables, salvo por el hecho de que leer sólo lo evidente es privarse de elementos que enriquecerían la lectura.

Por otra parte, todos los métodos de entrada a un texto tratan de encontrar, de alguna forma, símbolos, y  cada escrito compone su propia simbología a partir de un uso inédito del discurso, de las cadenas de significación, de las ausencias sospechosas de elementos que no deberían faltar,  a las particularidades de orden cultural.

En el caso arriba mencionado, los participantes (sin experiencia previa en talleres de análisis de textos), pudieron lograr claves de acceso entendiendo mejor al autor, conjeturando sobre el momento ficcionalizado (que, a su vez, parte de una situación real), y sobre las posibilidades de ampliar la lectura simplemente rasgando un poco y  encontrando, entre líneas, lo que el autor escribió, a partir de “cómo” lo escribió.

Y ya que estamos, de ahí a recordar otro muy famoso cuento  de Carver, Principiantes ("Beginners"), hay solo un paso… ¡que la polifonía enunciativa  nos permite!!

1 comentario:

  1. Amo el taller..... y valoro enormemente a mi profe y compañeras....
    Un abrazooo!
    Moni

    ResponderEliminar