El tiempo y el espacio del taller de lectura plasmado para:



leer de diferentes maneras (por arriba, por abajo, entre líneas, a fondo, participando del texto, recreándolo),



dar cuenta de los procesos culturales en que surgen y son comprendidas o cuestionadas las obras literarias,



pensar (discutiendo, asombrándose, dejándose llevar por lo que los textos nos dicen -pero parece que no dijeran-),



y por sobre todas las cosas, y siempre, disfrutar de la buena literatura.








domingo, 25 de octubre de 2009

Y en estos días, en Borges hablamos de Borges...

Nos volvimos a encontrar con Borges, y después de "El jardín de los senderos que se bifurcan", donde vimos cómo aborda uno de sus temas recurrentes, el tiempo, y de qué manera con su fascinante imaginación logra adelantarse a la resolución de una compleja paradoja de la física cuántica, nos fuimos hasta "El muerto".
El destino y su contracara, el azar, que hacen confundir a un Otálora, -con apenas su infatuación del coraje- quien cree poder burlar y burlarse, hasta que se da cuenta de que había sido condenado a muerte casi desde el principio, porque ya lo daban por muerto, como una burla siniestra a su propia vanidad.
Y, como procedimientos narrativos, la deliberada falta de profundización en el personaje porque es más el vehículo de un concepto, la brevedad tan racional, y la presencia de sus símbolos recurrentes, que están siempre ahí, en la superficie del entramado textual.
Lo próximo que veremos: lo apócrifo en autores y universos.